Singularidad 

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Cada uno es el reflejo de la conciencia unificada a través de un ser que desarrolla unas singularidades, que a su vez son la pauta para la armonización.

El conjunto de influencias y características que configuran una persona: genética, tendencias psicológicas y emocionales, experiencias familiares, educación…, van formando una persona única. La recreación de la conciencia unificada a través de un crisol de singularidades.

En el proceso de desarrollo, el ser irá encontrando sus tendencias, gustos, habilidades, experiencias de aprendizaje, búsqueda, observación, experimentación…, todo ello marcará sus rasgos principales, mediante la curiosidad y la pasión. En todo este proceso siempre está latente el sometimiento, el miedo, la sumisión, el acomodo y las costumbres, que se convertirán en obstáculos para la mente, que por su naturaleza externa, lo ve todo separado. Tal estado de suspensión, entre la esencia y la personalidad, se solventa a través del desarrollo de la pasión, que desentraña lo singular y la labor de servicio a la comunidad, como reflejo del estado unificado de la conciencia.