¿Por qué?

 

El proceso de globalización está presentando un marco con características de confusión y caos a la par que con grandes desarrollos tecnológicos, comunicación, transferencia de datos… En un contexto en el que la economía especulativa está totalmente fractura de la economía productiva y con una burbuja de endeudamiento incontrolado que hace que el valor y la utilidad real de los bienes y servicios este completamente distorsionado. Los principales obstáculos de los individuos y la colectividad son:

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1. Se piensa en la enfermedad y nos olvidamos de la saluz, que es un proceso de enajenación, la cual buscamos desde soluciones alopáticas y tratamientos químicos, sin ser conscientes, que saluz es un estado de armonía individual, basado principalmente, en cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con nuestro entorno.

2. El beneficio se ha apoderado del sentido de hacer bien las cosas para servir a nuestros conciudadanos. Se trasgrede la calidad, las costumbres, el medio ambiente, etc., por la obsesión de la imagen y la ansiedad por  el poder.

3. El equilibrio natural e iónico es agredido por la contaminación acústica, el smoke,  y el electromagnetismo inalámbrico. Vivimos en hábitats de cemento que no son sanos, ni están construidos con criterios saludables y que nos inducen a desequilibrios orgánicos, emocionales, psíquicos y psicológicos.

4. Lo evidente tiende a ser lo significativo y se pierde la perspectiva de lo esencial.

5. Se favorece la creencia por encima de la conciencia. Erróneamente, se considera  la información como conocimiento, obviando la relación entre la experiencia, reflexión, valoración, comparación, análisis, que se va diluyendo en nuestra día a día.

6. La alimentación se hace por costumbre, rapidez, o esnobismo, así como también por aspectos publicitarios o estéticos, sin tener en cuenta las necesidades del organismo para disponer de la energía suficiente.

7. Vivimos en una sociedad basada en las necesidades, las obligaciones y el deber, forzados a trabajar en lo que sea, sin oportunidad de saber lo que nos gusta y nos atrae, o sentimos querer desarrollar. Insatisfechos, con resignación y frustración, y dependientes de una nómina que nos agria el carácter.

8. Nos hemos desarraigado de la naturaleza,  perdiendo la serenidad, el equilibrio.

9. Vivimos en una sociedad repleta de normas basada en el control de unos sobre otros.

10. El principal factor de equilibrio personal y colectivo  que es tratar los demás como a ti mismo, está desvirtuado e infravalorado.